sábado, 4 de agosto de 2018

A cinco semanas de la partida de Mario Szichman

Carmen Virginia Carrillo



      Hace poco más de un mes (el 28 de junio) falleció nuestro querido y admirado Mario Szichman.  Ha sido difícil aceptar su ausencia.  Amigo incondicional, periodista apasionado de su oficio, narrador prolijo, con un  agudo sentido del humor, extraordinario ser humano.   
       Mario nació en Buenos Aires el 2 de enero de 1945, llegó a Caracas en 1967. Trabajó en la revista Auténtico, y fue director del Suplemento Cultural del diario Ultimas Noticias.   Regresó a su ciudad natal en  1971 y, en  1975, volvió a Venezuela para quedarse por cinco años más. En 1980, tras ganar el Premio de Literatura Ediciones del Norte de Hanover, New Hampshire, Estados Unidos, por su novela  A las 20:25 la señora entró en la inmortalidad, viajó a Estados Unidos, junto con su esposa  Laura Corbalán. Se residenciaron en Nueva York, allí trabajó para la Associated press  por diecinueve años y como corresponsal del periódico Tal Cual.
       Desde el momento en que pisó La Guaira se enamoró de esta tierra de gracia y de su gente.  Su  compromiso con el país estuvo vivo hasta el final de sus días. Su verbo se exaltaba cuando escribía sobre los desmanes del chavismo. Fue un crítico implacable de todos aquellos  que, dejando a un lado el bien común, se centraban en intereses personalistas, contribuyendo al deterioro sostenido de una Venezuela empobrecida y arruinada.
      Nos queda su obra: sus novelas históricas, seis de ellas reunidas en dos series: “La trilogía del mar dulce” formada por  La Crónica Falsa, reescrita luego con el título de La verdadera crónica falsa, Los judíos del Mar Dulce y A las 20:25 la señora entró en la inmortalidad, novelas que relatan las peripecias de una familia judía que trata de reinventarse a fin de ser aceptada en la sociedad argentina y   “La trilogía de la patria boba”, conformada por Los Papeles de Miranda, Las dos muertes del general Simón Bolívar y Los años de la guerra a muerte. Novelas que narran las peripecias de los próceres de la independencia venezolana.

  Mario era un investigador apasionado e incansable.  Cada novela surgía después de años indagando sobre el tema en cuestión.  Así ocurrió con las trilogías y también con Eros y la doncella, su novela  sobre la revolución francesa.  Luego escribiría La región vacía, sobre los atentados a las torres gemelas, cuya trama tiene como soporte una serie de crónicas que estuvo escribiendo  a partir de los  acontecimientos ocurridos el 9 de septiembre de 2001. Su última novela publicada. Dejó dos magníficas novelas inéditas. Una sobre el sitio de El Callao, en Perú o otra sobre Adolf Eichmann.
         Desde hacía aproximadamente dos años trabajaba en la elaboración de  la biografía de Diego Arria, político venezolano de una larga y notable trayectoria en mundo diplomático, a quien Mario admiraba, y por quien sentía un gran afecto.  Todos los jueves, Mario se reunía con Arria en su apartamento de Manhattan, a conversar de diversos temas.  Fruto de esas entrevistas, elaboró un documento de casi cuatrocientas páginas. En la última conversación que sostuvimos me encomendó encarecidamente que llevara a buen término la tarea y entregara el texto a su amigo. 


 Conocí a Mario el año 2010. Nuestro primer contacto fue de índole epistolar, a raíz de un trabajo sobre  Los papeles de Miranda, que presenté en el  coloquio del CRICCAL, en la Universidad de Sorbona de París.  A partir de ese momento, entablamos un fructífero  diálogo que duró ocho años. 

       Mario celebraba lo que él llamaba “la imaginación dialógica”, se refería a ese compartir de ideas para enriquecerlas. A lo largo de sus  procesos creativos compartimos opiniones sobre las tramas, los personajes, incluso aspectos de estilo.  Para él, todo comentario era un aporte invaluable. Reconocía con absoluta generosidad todas aquellas sugerencias, críticas o comentarios que amigos o lectores le ofrecían.
       En el 2012, en el marco de las conmemoraciones de los bicentenarios de las independencias de los países del continente americano, el Departamento de Lenguas Modernas  de la Universidad de los Andes, Núcleo Trujillo, realizó un seminario sobre Novela Histórica, actividad que estuvo dedicada en sus novelas: Los papeles de Miranda, Las dos muertes del general Simón Bolívar y Los años de la guerra a muerte. Fruto de esa actividad es el libro Trilogía de la Patria Boba de Mario Szichman. Una propuesta de novela histórica del Siglo XXI. Trabajos críticos sobre su Obra, publicado en 2014.     
       Además de sus libros de ensayo Uslar: cultura y dependencia, Miguel Otero Silva: mitología de una generación frustrada y El imperio insaciable,  Mario dejó una serie de textos: relatos cortos, reseñas de libros y películas, artículos sobre la situación política de Venezuela, etc., reunidos en este blog, en el que estuvo publicando dos veces por semana desde el 2013 hasta el 2018.
       A principios del año 2013 le sugerí la creación de este blog y la idea le agradó. Yo me encargué de la carpintería y de la promoción. Lamentablemente no leeremos nuevos artículos de Mario en este espacio, pero los invito a que, de ahora en adelante, el blog se convierta en un lugar para celebrar y analizar su obra.  Los interesados en contribuir pueden dejarme mensajes en el post y yo me pondré en contacto directamente, para que me envíen los textos subirlos.
          
   Los escritores nunca mueren, siguen vivos a través de su obra en un perenne diálogo con sus lectores.