Hoy se cumplen cuatro
meses de la partida de nuestro querido y apreciado Mario. Para recordarlo, le pedí
a Omar Pineda que me permitiera reproducir la nota que publicó en TalCual, tras conocer la triste noticia de su fallecimiento.
Carmen Virginia Carrillo
Omar Pineda
Publicado junio 29, 2018 en TalCual
“La única noticia que a un periodista no le
está permitido dar es la de su propia muerte”. Así, con ese humor que rozaba
con el sarcasmo que caracterizaba en el trato personal y en sus reportajes,
Mario Szichman tocaba las fibras del oficio al que se entregó con pasión y que
trasladó a la literatura y la historia de Venezuela. Este bonaerense
conversador, convertido en venezolano por adopción tras recibir asilo cuando la
seguidilla de dictadores militares sembró el terror en su país, no pudo en
efecto ofrecer la exclusiva de su fallecimiento ocurrido de forma repentina
este viernes en Nueva York. Tenía 73 años.
Corresponsal de TalCual en Nueva York desde los primeros
meses de la fundación del diario, Mario Szichman llevaba tras de sí una amplia
trayectoria como periodista en Argentina, que luego consolidó en Caracas al
servicio de la Cadena Capriles y posteriormente cuando se trasladó a Estados
Unidos donde trabajó durante 19 años como editor en español para Associated Press (AP) para luego colaborar en
diversos medios, tanto en inglés como en español, demostrando con su cultura y
un estilo periodístico propio el brillo que daba a sus crónicas y reportajes.
Mario Szichman no dejó de
colaborar con TalCual en su versión digital, al tiempo que dedicó con mayor
empeño en la investigación sobre personajes de la historia de Venezuela, como
Simón Bolívar, Francisco de Miranda o Antonio José de Sucre, entre otros.
Szichman fue protagonista
de la transmisión en directo –y posteriormente, a través de crónicas y
entrevistas– de la tragedia del 11S. Desde el balcón de su apartamento, muy
cercano al lugar del atentado pudo observar el choque de los aviones contra las
Torres Gemelas y su posterior derrumbe. Esta ocasión que le sirvió a TalCual,
que entonces era junto con El Mundo, un periódico vespertino dar la exclusiva
en medio impreso. A partir de entonces Teodoro Petkof lo designó corresponsal
de TalCual en Nueva York, de cuya experiencia publicaría luego el libro
“Crónicas desde el Imperio”, donde reunió reportajes y artículos publicados en
TalCual bajo el seudónimo de Harry Blackmouth. “
En entrevista para el
portal Actualy.es lo explicó de esta manera: “Yo nací en la Argentina, un país
donde todos los próceres morían de perfil, diciendo frases de una cursilería
que todavía hoy me curva los dedos de los pies. Imagina que un historiador
argentino tuvo la petulancia de poner el título de “El santo de la espada” a un
libro sobre San Martín. Nuestros héroes existían de la cintura para arriba. Y
de repente, llego a Venezuela, y descubro próceres cuya vida erótica era casi
tan interesante como sus hazañas militares. ¡Eran seres de carne y hueso!”.
Esta pasión por Venezuela, Szichman la continuó siguiendo el proceso político
actual desde su blog (https://marioszichman.blogspot.com) a través de artículos
de opinión, análisis y defensa de los derechos humanos en el país que le abrió
las puertas cuando más lo necesitaba y al que le dedicó lo mejor que podía dar:
su lucidez, su vasta cultura y un periodismo emergente que se tocaba con la
literatura.